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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Fútbol. Hoy, ayer, y un poquito de todo

Fútbol, grandioso fútbol. Estilo de vida para miles de niños y un deporte para millones de jugadores, para otros miles, un trabajo, pero solo para unos cientos de personas, el fútbol es todo aquello a lo que aman, los que llevan el escudo de su camiseta hasta la muerte, y lo defienden por encima de todo, cueste lo que cueste.
En realidad, hoy no vengo a hablar de los sentimientos de las personas, no, hoy no, vengo a hablar del fútbol de hoy en día. ¿Qué os parece el nuevo Real Madrid de Carlo Ancelotti? ¿y qué me decis del nuevo Chelsea de José Mourinho? Son grandísimos equipos, con profesionales más que cualificados para ejercer la profesión que les piden sus respectivas empresas. Pero, en el fútbol no todo es victoria y felicidad, por cada victoria de un equipo, hay otro equipo que cosecha una derrota. Para preparar un partido, personas profesionales afortunadas por ejercer el grandísimo trabajo que es ser entrenador de fútbol, quizás llevan preparando un derbi durante días, o semanas. El mundo se paraliza cuando juega un Boca Juniors-River Plate. En América, la gente deja sus trabajos para acudir a La Bombonera con la bufanda del equipo al que amas, y con tu hijo pequeño, intentando inculcarle tu equipo favorito de fútbol, partidos bestiales, cien mil aficionados dejándose la voz para animar a sus jugadores, para que ellos ganen el partido, y para estar en las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo. El mundo se paraliza con un pase al espacio de Gastón Carrizo, un buen centro de Lucas Marín y un empalme de tijereta de Calleri. La gente está eufórica, el balón parece que va entrar, los narradores deportivos estallan de euforia con la señora jugada, no dan abasto, y entonces... y entonces... despiertas, te levantas de la cama. Te das cuenta de que el fútbol en argentina se ha convertido en una Coliseum, en el cual la mayor parte de los aficionados van a insultar a los jugadores del equipo contrario sin motivo alguno en vez de animar a su equipo. Llega a tal punto que los aficionados más brutos saltan vayas para linchar a la policía o a sus propios jugadores, jugadores a los cuales animaba, pero ahora odia por el simple echo de perder un partido. Esto provoca la intervención de los bomberos con mangueras de agua que intentan agredir a los ''aficionados'' acerrados a las vayas. A su vez, provoca la suspnsión del partido, el enfado de los clubes y los jugadores con sus propios hinchas o puede llegar al extremo de peleas entre los aficionados de ambos clubes. Un anciano, va con su nieto tan tranquilo a ver un vello partido de fútbol y se encuentra con estos altercados. Personas que aún respetan este deporte cada vez se ve más invadida por cuatro gilipollas a los que les gusta arrancar asientos del estadio y arrojarlos hacia la grada, con tan mala suerte que aquella persona anciana que iba con su nieto al estadio le impacta el asiento y le provoca una brecha en la cabeza. El anciano herido, el nieto llorando preocupado, bomberos y policia intervenidos, y el partido de fútbol intervenido. Fútbol americano señores, y no tan americano
-Más hayá de estas guerrillas, el fútbol ha perdido todo el esplandor que tenía en la época de la naranja mecánica, el brasil de Socrates y Zico; de cuando jugaba don Alfredo Di Stéfano, que en paz descanse. En esa época, la gente acudía al estadio discretamente a animar a su equipo, y al acabar el partido, volvía a sus respectivos hogares o empleos. Fútbol.
Hoy en día, suelo disfrutar viendo toda clase de partidos, disfrúto tanto con un Málaga vs Levante, como con un Barcelona vs Sevilla. Llegas a un momento en el que ves que existen más equipos que el Barcelona, Madrid, o el club de tu ciudad, valoras el fútbol de cada equipo según la filosofía del entrenador, la humildad con la que trabajan diariamente, o con sus partidos. Cuando disfrutas viendo partidos de fútbol, da igual la Liga o el club, es que disfrutas del fútbol en general, es que amas el fútbol, aun que, un equipo al que me gusta mirar cada semana, es el Chelsea: tiene un gran entrenador, y posee jugadores de la talla de Diego Costa, Eden Hazard o John Terry, que son posiblemente los mejores en su puesto. Tiene un estilo de juego trabajado al milimetro, un juego muy minucioso al contraataque, tiene jugadores para ello: un delantero rápido con potente disparo; dos extremos regateadores y rápidos, un mediapunta que canaliza practicamente el juego ofensivo del equipo y dotado tecnicamente con el pase al espacio de Zola, o con el control de balón de Kaká; un mediocentro listo, hábil, asistente... todo lo que tiene que tener un mediocentro para triunfar en el mundo del fútbol, Cesc Fábregas; y otro mediocentro no tan ofensivo, para ayudar a sacar el balón jugado desde atrás, y dotado de buen desplazamiento para colocar balones a la espalda.
En resumen, el fútbol de hoy, no es el mismo fútbol que ayer. El estilo de juego de los equipos ha cambiado, ahora los jugadores no son fichados por su calidad, son fichados por los ingresos y beneficios que le da al club, por el marketing de camisetas y publicidad...

Esta entrada va dedicada a un amigo y ex-compañero llamado Hugo. Gracias por tu apoyo diario, tus entradas han sido un fiel reflejo para mi, gracias de corazón.

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