Borussia y Anderlecht han empatado a uno en la última
jornada de la fase de grupos de la Champions League, a la que llegaban con sus
objetivos prácticamente resueltos.
Los alemanes necesitaban de un punto para pasar a octavos como primeros de grupo, mientras que los belgas estaban destinados antes del encuentro a disputar la Europa League, tras clasificarse matemáticamente como terceros.
Los alemanes necesitaban de un punto para pasar a octavos como primeros de grupo, mientras que los belgas estaban destinados antes del encuentro a disputar la Europa League, tras clasificarse matemáticamente como terceros.
El encuentro comenzó con un ritmo pausado pero dinámico, en
el que los dos equipos tuvieron muy pronto ocasiones para inaugurar el
marcador.
La primera la tuvo Immobile que, tras recuperación en campo
contrario, no logra batir a Proto. Acto seguido se produjo la réplica de los
visitantes. Praet envía un pase a la espalda de la defensa pero Mitrovic no
acierta ante Langerak, que volvió a sentar en el banco a Weidenfeller.
A partir de ese momento, la primera mitad adquirió un cariz
más sosegado con un Anderlecht que ofrecía el balón a su rival, un rival que se
siente más cómodo con espacios por delante y corriendo al contraataque y que no
sabe imprimir velocidad al juego cuando sus jugadores están estáticos.
Tuvo alguna ocasión más el Dortmund para variar el
electrónico, pero no era el día de Immobile y Mkhitaryan. El armenio, que
dispuso de mil y una ocasiones, sería un jugador top si mejorara su faceta
goleadora, pues de cambio de ritmo y técnica va sobrado.
También pudo adelantarse el Anderlecht, que buscaba algún
resquicio de los germanos, pero ni Mitrovic ni Kljestan estuvieron acertados de
cara a portería.
Comenzó la segunda parte en una tesitura similar a la
primera, con llegadas claras del Borussia en los primeros minutos. Kagawa y
Mkhitaryan tuvieron el 1-0, pero quien sí dio en la diana fue Immobile. El
italiano, muy flojo hasta ese momento, recogió en la frontal una contra
dirigida por Sahin y, tras dejar sentado al defensor, bate con gran maestría a
Proto. El único disparo que no pudo detener esta noche el inexpugnable meta
belga.
El gol pareció sentarle al Anderlecht como un jarro de agua
fría, lo que propició que el ritmo del encuentro se viera adormilado por
momentos. Esta circunstancia facilitó que los aficionados pudieran observar con
detenimiento las cualidades de las joyas que posee el conjunto de Bruselas.
Mbemba, Praet y Tielemans, que salió en la segunda mitad, dejaron detalles de
un nivel altísimo y demostraron las razones por las que media Europa se pelea
por ellos. Inconmensurable hoy el central congoleño, que desquició por momentos
a Immobile.
Parecía más cerca el segundo del Dortmund que el empate
belga, con un Mkhitaryan que soñará con Proto esta noche. Hasta que apareció
Mitrovic. Otra de las perlas del Anderlecht remató de cabeza tras una gran
jugada en banda derecha de Vanden Borre y llevó el balón al fondo de la red.
Quedaban más de cinco minutos para el final del choque, pero
ninguno quiso perder en tan poco tiempo lo que no habían sido capaces de lograr
durante el resto del encuentro. Sólo hubo tiempo para que la afición alemana
recibiera a Blaszczykowski, casi un año entero alejado de los terrenos de juego
por lesión.
Al final, reparto de puntos y de sensaciones, ya que
los locales avanzan a los octavos como cabezas de serie y con la esperanza de
ir recuperando efectivos para entonces, mientras que el Anderlecht seguirá su
camino por la Europa League, competición en la que puede hacer un buen papel a
tenor de lo visto en el día de hoy.
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