El Real Madrid salió en busca del gol, y el meta local ya se lució en el minuto 1. Saque de esquina botado por James Rodríguez que remata Ramos de cabeza, con fuerza, pero muy centrado. Oblak despeja con algo de apuros.
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Los locales se encerraron atrás y el dominio blanco fue total. Mucho toque, pero sin encontrar espacios. Esta dinámica cambió cuando en el minuto 13 se le anula correctamente un gol a Gareth Bale por estar en claro fuera de juego, al cabecear un saque de falta ejecutado por James.
El Atlético aprovechó la confusión de su rival para sacar rápido la infracción señalada. Con el Madrid descolocado, la jugada era similar a una contra que culminó Griezmann con disparo que despejó Keylor Navas a córner.
A partir de entonces, se igualó más la posesión, pero sin llegadas con peligro a las áreas. En este tiempo pudimos ver varias entradas muy feas sobre varios jugadores madridistas, pero el colegiado no cortó la dureza ejercida por el Atlético con ninguna tarjeta. La más fea fue la sufrida por James, Mario Suárez le soltó una patada a la rodilla, pero Clos Gómez no se animó a sancionar hasta el minuto 26. Obviamente, para un jugador del Real Madrid, Marcelo llega tarde ante Gámez, pero no le suelta la pierna. El atlético aprovecha para revolcarse por el terreno de juego, llevándose la mano a la pierna para después llevárselas a la cara...
Khedira vería otra amarilla cuatro minutos después, en un forcejeo con Fernando Torres. Sin duda, la vara de medir de Clos Gómez fue bastante diferente dependiendo del color de la camiseta. En la recta final de la primera parte el Real Madrid se acercó más a la meta rojiblanco, pero los disparos lejanos de Benzema, que atrapó Oblak, y Bale, que se fue fuera, no fueron suficiente para abrir el marcador.
En la segunda mitad fue el Atlético el que salió con más ganas y convicción. Así obtuvo sus frutos con un penalti más que discutidO en el minuto 58. Sé que la mayoría de los medios de comunicación lo vieron muy claro, pero para mí no es así. Raúl García agarra de la camiseta a Sergio Ramos, es lo primero que se debería haber pitado. Inmediatamente después el jugador atlético se echa encima del madridista y se lo lleva haciendo caer al árbitro en la trampa.
El propio Raúl se encarga de ejecutar la pena máxima, Keylor adivina la intención de su rival, pero el disparo es tan ajustado que le es imposible llegar. En el 63 Cristiano Ronaldo entró en el campo sustituyendo a James Rodríguez. El cambio no varió el juego del Madrid que seguía sin fortuna arriba, hasta se podría decir que con cierta apatía.
En el 76 el Atlético sentenció el encuentro a balón parado. Saque de esquina que remató Giménez a placer, ganándole la partida a la defensa blanca de forma asombrosamente fácil... Parece que volvemos a cometer los mismos errores que al inicio de temporada, un fallo del conjunto del equipo que tendrá que volver a arreglar Ancelotti si quiere mantenerse vivo en las tres competiciones. Desde luego, tras el resultado de hoy, en la Copa lo tiene más que difícil...
En la recta final del partido el Madrid sí le puso más ganas y tiró de la garra que caracteriza a nuestro club. Sin embargo, no fue suficiente, el Atlético jugó a la perfección sus bazas y llegaron al pitido final con pie y medio puesto en los cuartos de final de la Copa del Rey.
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