El
Deportivismo vive uno de los momentos más críticos de la temporada y
confia en que el cambio de entrenador haga reconducir la situación hasta
el objetivo de la permanencia.
Víctor
Fernández (ex-entrenador del Deportivo) aterrizaba en Riazor la primera
semana de Julio,4 días antes de empezar la temporada, con el objetivo
de salvar al equipo gallego en su retorno a la máxima categoria del
fútbol español.
Tras
el dramático cese del anterior técnico, Fernando Vázquez, icono del
deportivismo, a Víctor Fernández le esperaba una más que difícil tarea,
además de salvar un equipo con muchas limitaciones economicas, tenía que
ganarse a una masa social que desde el momento primero, nunca congenió
con el técnico aragonés.
El
principio de temporada fue muy irregular. Tras unas más que buenas
sensaciones en los primeros encuentros de la Liga, el Depor encajaba una
mala racha de cuatro derrotas seguidas, racha que provocaría el primero
ultimatum para Fernández. Ultimatum que se saldó con una soprendente
3-0 ante todo un Valencia.
Además
de ese ultimatum, vendrían dos más, y tras superar el segundo contra el
Athletic de Bilbao a principios de año, Víctor Fernández era cesado al
fin de la jornada 29, tras empatar contra el Córdoba, dando la imagen de
un equipo roto en todos los aspectos e inmerso en una racha de 8
encuentros sin conocer la victoria.
El
técnico aragonés terminaba su corta etapa como técnico herculino
dejando al equipo fuera del descenso aunque muy cerca de él, y con un
calendario muy comprometido con partidos contra rivales superiores por
delante.
La
directiva quiso dar un cambio radical de dinámica, y contrató los
servicios de Víctor Sánchez del Amo (ex-jugador del Depor). Víctor, un
hombre muy querido por la afición deportivista por su pasado como
jugador del mejor Deportivo de la historia, consiguiendo en su palmarés;
una Liga, una copa del rey y dos supercopas.
Como
técnico es la primera experiencia de Víctor Sánchez, tras ser segundo
entrenador de Michel en equipos como Getafe, Sevilla, y Olympiakos.
Amante
del juego de ataque y de la estrategia, Víctor se autodenomina como un
técnico "trabajador, detallista, y que analiza mucho a sus rivales". Así
llegaba Víctor a A Coruña como que a los dos dias tuvo un partido más
que complicado ante toda una Real Sociedad en un campo siempre
complicado como es Anoeta. Con un resultado de empate a dos, el equipo
mostró unos sintomas de equipo trabajador, intenso y con serias mejoras
en la defensa de transiciones ofensivas.
Empezaba
gustándose el Depor de Víctor, y con esa energia del cambio de técnico
afrontaba el pasado sábado el encuentro contra el campeón de Liga, el
Atlético de Madrid, en Riazor.
Tras
un esquema nuevo y una primera parte más que floja, el Deportivo se iba
al descanso con un 0-2 en contra y con más que cercana presencia del
fantasma del descenso. Pero lejos de una más que predecible debacle del
equipo coruñés, cambio de esquema y de mentalidad en la segunda mitad, y
logró reducir la desventaja a 1-2 con un bonito gol de Oriol Riera.
Pese a la reacción del equipo, no fue posible arañar ni un solo punto.
Metidos
en la zona de descenso, el Depor de Víctor afronta las 6 finales que
quedan con el hambre de seguir con la evolución de mejora, y con el
apoyo incondicional de una afición que ha despertado.
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