Paris Saint Germain y FC Barcelona se volvían a ver las caras en la Liga de Campeones, pero esta vez en la fase decisiva del torneo. Con París como escenario del partido de ida de cuartos de final, el duelo venía marcado por las numerosas bajas del conjunto francés.
Laurent Blanc no podía alinear a Ibrahimovic, Aurier y Verratti sancionados, Motta lesionado y los brasileños Lucas Moura y David Luiz que aguardaban en el banquillo "tocados".
Con este panorama el técnico local dio la titularidad a Pastore, Rabiot o Van der Wiel planteando un partido más bien defensivo, dejando al Barcelona la posesión del esférico y a la espera de sorprender al Barça al contragolpe. De inicio, el choque derrochó una enorme intensidad. El Barcelona dominaba, pero no creaba excesivo peligro a una ordenada zaga francesa. La primera gran oportunidad de los catalanes llegó cerca del cuarto de hora cuando Messi, recibiendo con comodidad en la media luna del área, tuvo tiempo para sacarse un zurdazo con rosca que golpeó en el palo derecho de Sirigu.
Con el miedo todavía en el cuerpo, la zaga francesa pasaba sus peores momentos. Una pérdida no forzada de los locales provocó un rápido avance de Messi en el carril del diez, que acabó con un gran pase al espacio del argentino para Neymar. El brasileño recibió el esférico en el área y, ante la salida de Sirigu, acomodó el esférico en las mallas con el interior de su pierna derecha para anotar el 0-1 (minuto 19).
El gol dejó muy tocado a los franceses, que recibieron peores noticias al ver como Thiago Silva tenía que abandonar el encuentro tras recaer de su lesión. David Luiz entraba en su lugar y los locales pudieron recibir el segundo tanto tras una gran jugada personal de Neymar al filo de la media hora de juego.
Los últimos diez minutos de la primera parte sirvieron para que el PSG se recuperase del golpe y se sacudiese el dominio azulgrana con jugadas de más coraje que elaboración. Cavani peleaba todo balón que llegaba al área, aunque no pudo obligar a Ter Stegen a realizar grandes intervenciones llegándose al descanso con el marcador de 0-1.
En la reanudación el PSG salió con ganas, atacando en campo contrario con mucha agresividad. Pastore y Rabiot hicieron trabajar a Ter Stegen con dos chuts casi consecutivos desde fuera del área y Luis Enrique se vio obligado a cambiar a Iniesta tras un golpe en la zona lumbar sufrido por el centrocampista azulgrana. Ya con Xavi en el césped, el Barcelona logró pausar el juego y volvió a controlar el partido tras el aluvión inicial de los parisinos.
El partido bajo de ritmo y no tuvo grandes sobresaltos hasta el minuto 67, cuando Luis Suárez se sacó un golazo de la chistera. El uruguayo recibió en la parte derecha del ataque, se internó en el área tras tirarle un túnel a David Luiz y metió el cuerpo a Maxwell para poder disparar y batir a Sirigu, que estuvo algo desafortunado en su estirada.
Con 0-2 la eliminatoria estaba encaminada para el Barça, aunque el PSG reaccionó al minuto siguiente con una potente volea de Cavani que obligó a Ter Stegen a realizar la parada de la noche. En el minuto 79, una pared entre Luis Suárez y Mascherano, dejó de nuevo al charrúa frente a David Luiz. El delantero volvió a hacerle un túnel al zaguero brasileño para situarse frente a Sirigu y depositar el esférico en la escuadra derecha y poner el 0-3 en el marcador.
Ya con el partido y la eliminatoria casi sentenciada, la suerte sonrío por primera vez en el encuentro al Paris Saint Germain. 5 minutos después del tercer gol culé, Van der Wiel probó fortuna con un disparo lejano que apenas llevaba peligro. Mathieu erró en el despeje y desvió el esférico para despistar a Ter Stegen, que vio como el esférico se acababa alojando en las mallas de su portería.
Aún hubo tiempo para que el marcador se ampliase por uno y otro bando pero se llegó al pitido final con el marcador de 1-3 que hace justicia a la superioridad culé en el Parque de los Príncipes.
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