Eso es Eibar. Ciudad situada en el centro de Euskadi, rodeada de montañas. Sí, está en la provincia de Gipuzkoa, pero más cerca de Bilbao que de San Sebastián. Si bien hay rivalidad entre los clubes vascos, el Eibar es el ojito derecho de todos. Los aficionados del Athletic y de la Real Sociedad están de acuerdo en apoyar al equipo armero. Porque es el de todos los vascos.
Ayer, el Eibar hizo historia. De la que dentro de décadas recordaremos. Con el menor presupuesto de la Liga Adelante -menos de cuatro millones de euros-, los azulgranas han logrado, por primera vez en sus 74 años de existencia, el ascenso a la Liga BBVA. Sin embargo, no todo va a ser tan fácil como debiera serlo tras conseguir la plaza en Primera por méritos deportivos. La LFP obliga al Eibar a realizar una enorme ampliación de capital teniendo en cuenta el dinero que tiene el club. Deben abonar 1,7 millones de euros para cuadruplicar su capital. Si no lo hacen, serán automáticamente descendidos a Segunda B.
Esto es un auténtico atropello. Se emplea al Eibar como ejemplo a seguir, pero les obligan a multiplicar por cuatro su capital. No tiene sentido alguno. Lo que en principio era una ley para mantener a los equipos saneados, pone en apuros a uno de los pocos clubes sin deudas de España. Sin embargo, el conjunto armero, por si fuera poco, tiene que competir en desventaja ya que juega ante rivales que gastan más de lo que tienen sin importarles esto lo más mínimo. A mi modo de ver, es vergonzoso que se le exija una cantidad de dinero a un club sin deudas y que paga el primer día de cada mes religiosamente a todos sus empleados.
El Eibar celebrando el ascenso |
Con la humildad por bandera, el Eibar se ha colado entre los más grandes. A base de esfuerzo, sacrificio y trabajo. Ha dado una de esas sorpresas que hacen tan grande este deporte. Jugarán, esperemos, en la Liga BBVA el año que viene. Pero, por lo visto, esto no interesa a Tebas y compañía. No interesa que Messi y Cristiano jueguen en Ipurúa. Lo que les vendría bien a los mandatarios sería que clubes más grandes, como Deportivo o Sporting, entre otros; fueran los que estuvieran siempre en Primera. Les gustaría hacer una Liga cerrada, como la NBA. Porque quieren convertir nuestro amado fútbol en un negocio puro y duro, donde el dinero lo sea todo, aun no teniéndolo.
Aun así, nadie borrará ya la gesta del Eibar, que quedará para la posteridad. Once aldeanos, gente conocida en esta pequeña ciudad por todos, se han colado en la liga de las estrellas. Pero no penséis que Alex Aranzabal y Gaizka Garitano, presidente y entrenador de la entidad respectivamente, se van a volver locos. Seguirán con su filosofía austera que tanto beneficio le está dando al conjunto armero. Intentarán hacer de Ipurúa un fortín, aunque saben que la permanencia estará muy cara. Aunque no les vamos a quitar la ilusión antes de empezar, más aún teniendo en cuenta la machada lograda. El presupuesto más bajo de segunda, un equipo en el que solo disponen de ocho camisetas de cada jugador para toda la temporada y en el que la mayoría cobran el salario mínimo que exige la LFP, estará entre los más grandes. Qué nadie prive de su sueño al pueblo de todos los vascos.
Por Jon Fernández.
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