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sábado, 27 de diciembre de 2014

Intratable


Stamford Bridge se vestía de gala para abrir la jornada 18 de la Barclays Premier League, en una fecha tan especial como es el "Boxing Day", en un apasionante derbi londinense que enfrentaba al Chelsea FC con el West Ham United FC. 


Los locales llegaban al encuentro como líderes con 42 puntos, 3 más que su  inmediato perseguidor, el Manchester City, y con la intención de mantenerse en lo más alto de la tabla sin perder ningún punto de ventaja. A pesar de la victoria "blue" a domicilio ante el Stoke City gracias a los goles de Terry y Cesc no permitieron que Mourinho se relajara e hiciera las rotaciones tan típicas de esta época del año. El entrenador portugués alineó de inicio a su once de gala: Courtois; Ivanovic, Cahill, Terry, Azpilicueta; Cesc, Matic; Willian, Oscar, Hazard; y Costa.

Por su parte, el equipo visitante saltó al campo en 4º puesto con 31 puntos, a 2 puntos tanto del Manchester United (3º) como del Southampton (5º), buscando dar la sorpresa para mantenerse en los puestos de Liga de Campeones e incluso robarle la 3ª plaza al United. Sam Allardyce decidió rotar y dar descanso a jugadores como Song y Sakho tras la victoria de la jornada anterior por 2 goles a 0 frente al colista, el Leicester City. El once de inicio fue el siguiente: Adrián; Jenkinson, Collins, Reid, Cresswell; Nolan, Noble, Kouyaté; Downing, Carroll y Valencia.

Desde el inicio del partido las intenciones de ambos equipo quedaron muy claras. El Chelsea intentaba encerrar a un West Ham que se conformaba con intentar crear peligro al contraataque. Y parecía que esta estrategia defensiva les podía salir bien durante los primeros 10 minutos, pero el club entrenado por Mourinho fue de menos a más. Fruto de esta mejoría, tuvieron un gran número de ocasiones, oportunidades que pasaron principalmente por las botas de sus 2 extremos, Oscar y Hazard. Gran culpa del sufrimiento del cuadro visitante la tuvo Diego Costa, que se convirtió en la mayor pesadilla de la zaga con un asombroso juego de espaldas.

Sin embargo, todos los disparos acababan marchándose desviados o topándose con Adrián, el mejor del West Ham. Un West Ham que sólo consiguió asustar por medio Carroll, cuyo disparo nada más comenzar el partido se marchó desviado sin llegar a intimidar al portero rival. Así continuaron las cosas hasta el minuto 30, cuando Diego Costa peinaba el balón a la salida de un saque de esquina y Terry lo remachaba para poner el 1-0 en el marcador.

Con el cambio en el electrónico, alguno podría pensar que el West Ham intentaría acercarse algo más al campo contrario, pero eso no pasó. El partido siguió por la misma línea y estuvo cerca de marcar el segundo con disparos de Matic, Costa y Oscar. No obstante, por suerte para el conjunto entrenado por Allardyce, no hubieron más goles antes del descanso. Respecto a las amonestaciones, la primera parte se saldó con las amarillas mostradas a los visitantes Collins y Cresswell.

La segunda mitad empezó igual que la primera, con un Chelsea dominador pero algo impreciso. Pero la tregua solamente duró 15 minutos, un cuarto de hora en el que el técnico visitante introdujo a 2 jugadores tan importantes como lo son Song y Sakho por Noble y Carroll. En el minuto 61, Diego Costa, el jugador del partido, conseguía anotar el segundo de tiro cruzado tras un gran quiebro que le permitió desprenderse de sus marcadores.

El gol acabó con la esperanza del West Ham, que se vino abajo. Así las cosas, el equipo de Stamford Bridge acabó de hacerse con el partido y gozó de clarísimas ocasiones para aumentar todavía más su diferencia, pero estas no fructificaron. El asedio del líder duró hasta el último cuarto de hora, cuando los cambios permitieron que sus jugadores se relajaran y el partido se abriera.

Por el West Ham, Amalfitano sustituyó a Downing. Mientras tanto, el míster del Chelsea hizo sus 3 cambios pasado el minuto 80: Ramires, Obi Mikel y Drogba entraron por Oscar, Willian y Costa. Así las cosas, el plantel visitante se fue al ataque para intentar recortar distancias y a punto estuvo de conseguirlo. El recién entrado Amalfitano estuvo a punto de marcar por partida doble: primero con un remate de cabeza a pase de Song que se marchó a la derecha del marco defendido por Courtois y después con un remate al palo derecho del portero belga tras jugada personal. Pero cuando el árbitro decretó el final del partido, el resultado era el mismo: 2-0. En el aspecto disciplinario, en este segundo tiempo sólo se vio una amonestación: la mostrada a Reid.

Con este resultado, el Chelsea mantiene su ventaja de 3 puntos respecto al vigente campeón, el City de Pellegrini, y se mantiene intratable en Liga antes de jugar el domingo a domicilio ante el Southampton. La otra cara de la moneda la muestra el West Ham, que pierde una posición y se coloca 5º. Una bajada en la clasificación que podría aumentar el domingo, cuando recibirán al siempre peligroso Arsenal.







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