AL FIN LLEGÓ AL ANSIADA VICTORIA DEL CÓRDOBA
Después de 42 años y 14 jornadas ligeras el Córdoba Club de Fútbol consiguió la primera victoria de la temporada. El Córdoba consiguió la victoria gracias a un solitario gol de Ghilas en el minuto 23 de la primera parte.
Los leones comenzaron asediando y provocaron tres córners en los primeros cinco minutos. Ese dominio fue contrastado rápidamente por el cuadro de Djukic, que antes de los 10 minutos de encuentro, ya empezaba a incordiar a la defensa del Athletic y a tocar el balón sin apenas oposición.
Los minutos pasaban y las opciones del Córdoba iban creciendo cada vez más, aumentando su presencia en ataque y ejerciendo una correcta presión que dificultaba la salida de balón de los locales. Precisamente esa presión fue la causante del estallido de alegría cordobés.
Corría el minuto 23 de partido cuando un pase atrás de Iturraspe se quedaba muy corto y Gurpegui no podía hacerse con él, robaba la pelota Ghilas y el argelino se marchaba directo a portería. Con toda la sangre fría del mundo, el delantero cedido por el Oporto engañó a Iraizoz y ejecutó un disparo raso perfecto que batía al meta vasco. Los aficionados del Córdoba desplazados a Córdoba estallaban de júbilo al ponerse por delante en el marcador.
El asedio de los locales empezó a ser constante sobre la meta de Juan Carlos. el Córdoba se replegó bien atrás y se defendía como podía. Las internadas de Iraola por la derecha y la calidad de Susaeta en la zona de tres cuartos animó al público de que se podía conseguir el empate.
A pesar del empuje vasco, los andaluces esperaban bien encerrados y de hecho estuvieron cerca de matar el partido. En el minuto 68 un gran servicio de Borja García llegaba a Campadabal, el lateral se quedaba solo ante Gorka pero su disparo lo recogían los aficionados situados en el primer anfiteatro de San Mamés. Ocasión clarísima que se iba al limbo para el Córdoba.
No desistía en su empeño de buscar el empate el Athletic y cerca estuvo de lograrlo a la salida de un córner de Susaeta que remató Kike Sola, pero el cabezazo se perdió rozando el palo. Los minutos pasaban rapidamente para el cuadro vasco y entre la zaga cordobesa y su inspirado meta desbarataban todas y cada una de las oportunidades de ataque de los locales.
Todo el ataque y el dominio del Athletic, al final, quedó en nada. Los delanteros del Athletic se estrellaron contra Juan Carlos y los defensas cordobeses y el partido llegó a su fin después de múltiples parones y cartulinas.
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