RIAZOR BLUES, ¿Y AHORA QUÉ?
Nacidos en el año 1987 los Riazor Blues, son una peña del R.C. Deportivo de La Coruña. Lo conforman alrededor de 500 seguidores y en Riazor se sitúan en la grada de Maratón Inferior antes conocida como "Curva Máxica". Tienen web y merchandising propios. Desde su creación se han caracterizado por estar siempre animando a su equipo fuese cual fuese su situación, en especial estos últimos años, los más duros del club.
Dentro de los Riazor Blues existen varios grupos, siendo los más conocidos Los Suaves(más radicales), Old Faces(gente veterana) y ChoRBitos(más jovenes). Entre las alianzas más populares, las más importantes son con los Biris Norte del Sevilla y con los Bukaneros del Rayo Vallecano. Los acerrimos rivales son los Celtarras.
Los últimos acontecimientos, con la muerte de Francisco Javier Romero "Jimmy", los han puesto en el punto de mira. Tras el asesinato del seguidor blanquiazul, en la pelea entre Frente Atlético y Riazor Blues, los distintos estamentos de la liga y el Consejo Superior de Deportes han instado a los clubes a actuar con la mayor dureza posible contra los radicales. Esto ha supuesto para los Riazor Blues que la directiva del Deportivo cerrara dos partidos la grada donde se ubican. Esta decisión de la directiva no ha gustado nada a los Blues ni a muchas otras peñas deportivistas. En un comunicado realizado por los Riazor Blues se menciona una campaña por parte de prensa, directiva y demás organismos contra ellos como si de una persecución se tratara.
Se debería reconocer que tienen parte de razón en que han sido tratados como criminales, mientras, los asesinos siguen libres. Pero, como en tantas ocasiones, toca pagar justos por pecadores. Lo más curioso e incomprensible es que, en ningún momento, en los comunicados realizados se hace autocrítica ni se asumen responsabilidades.
Repasando su historia, los últimos años dejan mucho que desear: peleas con ultras del Celta, Zaragoza, Valencia y Sporting. Esto ha supuesto para el club un revés económico e institucional importante. Tras lo ocurrido, la imagen del club ha quedado muy dañada. Comprendo que sea difícil de asimilar la decisión tomada por la directiva, pero se ha de entender que ahora se está en una situación muy difícil y complicada. Tanto la LFP como el CSD les mira con lupa y cualquier error se puede pagar muy caro.
Los Riazor Blues pretenden echarle un pulso al club que tanto y con tanta pasión han defendido, pero esto puede tener consecuencias a nivel social y deportivo que fracturen por completo un club ya maltrecho. En el año 2003, después de la muerte de Miguel Ríos en un partido de copa en el que se vió implicado un miembro de Los Suaves, tuvieron la oportunidad de acabar con estas secciones de violentos. Se hizo un comunicado en el que se decía que iban a disolverse; dicha disolución no se realizó. Como tantos grupos de aficionados denominados "ultras" el problema que tienen es también interno, y está en ellos parte de la solución. Siempre han respondido y son muy queridos en Riazor pero se ha sobrepasado un límite que implica tomar decisiones, por el bien del club y de la afición.
Repasando su historia, los últimos años dejan mucho que desear: peleas con ultras del Celta, Zaragoza, Valencia y Sporting. Esto ha supuesto para el club un revés económico e institucional importante. Tras lo ocurrido, la imagen del club ha quedado muy dañada. Comprendo que sea difícil de asimilar la decisión tomada por la directiva, pero se ha de entender que ahora se está en una situación muy difícil y complicada. Tanto la LFP como el CSD les mira con lupa y cualquier error se puede pagar muy caro.
Los Riazor Blues pretenden echarle un pulso al club que tanto y con tanta pasión han defendido, pero esto puede tener consecuencias a nivel social y deportivo que fracturen por completo un club ya maltrecho. En el año 2003, después de la muerte de Miguel Ríos en un partido de copa en el que se vió implicado un miembro de Los Suaves, tuvieron la oportunidad de acabar con estas secciones de violentos. Se hizo un comunicado en el que se decía que iban a disolverse; dicha disolución no se realizó. Como tantos grupos de aficionados denominados "ultras" el problema que tienen es también interno, y está en ellos parte de la solución. Siempre han respondido y son muy queridos en Riazor pero se ha sobrepasado un límite que implica tomar decisiones, por el bien del club y de la afición.
La mejor decisión que podrían tomar, REINVENTARSE. Demostrar que esto no va de ideologías políticas ni que nadie es mejor que nadie, porque esto, sólo es fútbol.
NO A LA VIOLENCIA EN EL FÚTBOL
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