Llegaban los dos equipos en dinámicas un tanto discordantes al encuentro. El Málaga, de ser apeado en copa y obtener 2 de los últimos 12 puntos disputados en liga. El Valencia, de dos victorias ligueras que reafirmaban su condición de aspirante a los puestos de Liga de Campeones. Pero el fútbol nos volvió a demostrar que no hay nada escrito.
Desde el principio del encuentro quedó claro que iba a ser un duelo intenso, con uno y otro equipo presionando en zonas adelantadas y dificultando la salida de balón del rival. En esos primeros compases fue el Valencia quien parecía tomar el rumbo de la pelota, pero por momentos se trataba de un dominio estéril.
El Málaga se encontraba a gusto sobre el verde, y poco a poco fue acumulando más ocasiones de gol que su oponente. En una de ellas llegó el gol. Samu, intermitente pero que plasmó grandes destellos de calidad, colocó un centro medido a su homólogo Castillejo y éste, tras peinar el esférico con delicadeza, acabó superando a Diego Alves.
La intensidad del partido auguraba que no sería el único gol que veríamos en los 90 minutos, y más cuando poco después del tanto malagueño, Javi Guerra, que debutaba esta temporada en La Rosaleda, desperdició una clara ocasión de aumentar la ventaja de su equipo. Pero el fútbol nos volvió a demostrar que no hay nada escrito.
Los de Nuno fueron volcándose poco a poco sobre el área de Kameni, si bien no conseguían materializar alguna de las claras ocasiones que tuvieron, como la internada de Gayà, que detuvo hábilmente el cancerbero camerunés.
Sin embargo, lo que parecía podía convertirse en un acoso valencianista, no lo fue en exceso, ya que el Málaga siguió teniendo sus oportunidades para finiquitar el partido, sobre todo en las botas de Amrabat, que salió al terreno de juego en la segunda mitad y apunto estuvo de lograr el 2-0 con un disparo potente desde la frontal que acabó estrellándose en la madera.
Tanta pólvora tiene el Valencia en ataque que podía preveerse que llegaría el empate en cualquier jugada aislada, pero no fue así. La falta de puntería y la expulsión de Cancelo por doble amarilla acabaron enterrando las opciones de los vistiantes. Pero el fútbol nos volvió a desmostrar... Ya saben cómo acaba estra frase.
Al final, victoria para los de Javi Gracia que vuelven a la senda de la victoria y se acercan a los puestos europeos donde se encuentra el Valencia, un equipo fiable en casa como el que más pero que pierde todo tipo de fundamentos cuando no siente el calor del Turia. Qué lucha nos espera por Europa señores, ¡qué lucha!
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