mera parte a los albiazules, que la han conservado con angustia después ante un conjunto chicharrero que ha dominado la segunda mitad.
El partido ha empezado con una gran jugada del Deportivo Alavés que Despotovic, tras un magnífico centro de Raúl García, ha rematado fuera de cabeza (m. 1). La respuesta del Tenerife ha llegado de manera similar, en un testarazo de Albizua que ha salido desviado por poco. No había un dominador claro. El conjunto vitoriano no ha tenido excesiva fluidez inicial ante un rival bien colocado que, en una buena distribución de los espacios, ha complicado la salida de balón de los albiazules, obligados a jugar en largo sin excesiva continuidad, acusando en esa faceta la ausencia del sancionado Manu Barreiro.
Ha sido una fase de indefinición, con más posesión del Tenerife y un Alavés que no lograba robar la pelota en posiciones de peligro. Un caño de Toti con posterior disparo ajustado de Juanma ha parecido espolear al cuadro babazorro (m. 23), que poco a poco, aunque le ha costado, ha ido haciéndose dueño de la situación. Una falta de entendimiento entre el portero visitante y Albizua ha estado a punto de acabar en autogol del central chicharrero (m. 34) y un remate de Manu García al lateral de la red tras un buen centro de Medina (m. 36) ha ratificado el dominio alavesista en el tramo final de la primera mitad.
El partido se había trasladado al campo canario, ya mandaban los de Alberto. Pero lo mejor estaba por llegar, al filo del descanso, cuando Lanza ha puesto la guinda con un golazo que ha premiado el crecimiento albiazul. Desde la banda derecha, en el vértice del área, el catalán, a pierna cambiada y tras un quiebro a un adversario, ha colocado el balón en la escuadra de Dani. Inapelable. Soberbio epílogo a una primera parte en la que el Alavés ha ido de menos a más.
En la segunda, la posesión ha sido para el Tenerife, con la escuadra vitoriana esperando en su campo una oportunidad a la contra, aunque le duraba poco la pelota. Los chicharreros se han acercado al área generando cierta incertidumbre en Mendizorroza, pero en realidad no han creado ocasiones claras. Tampoco el Alavés, que no ha sabido culminar sus dos salidas más limpias. No ha sido hasta el minuto 26 cuando el peligro ha vuelto a rondar de verdad una portería, con una excepcional jugada por línea de fondo de Lanza que a punto ha estado de acabar en un gol de ensueño, pero el portero visitante ha desbaratado la oportunidad, cuyo rechace casi convierte en tanto el propio atacante albiazul, erigido en el principal foco ofensivo vitoriano.
Suya ha sido también la siguiente acción de peligro, una falta directa que ha vuelto a desviar Dani. Pero la más clara de toda la segunda mitad ha sido del conjunto canario. Un balón en profundidad a Maxi, disparo cruzado de éste y remate a portería vacía de Abdón Prats que Laguardia ha salvado en la línea de gol de manera milagrosa.
Aún quedaba una buena mano de Goitia y la angustia propia de un resultado ajustado, pero los tres puntos se han quedado en Mendizorroza. Y, con ellos, el derecho a soñar con la promoción de ascenso, que ahora está a solo dos puntos de los albiazules.
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