Victoria importantísima del Granada que iguala al Eibar y no
desaprovecha los regalos de un descendido Córdoba.
Estimado lector, no se asombre si solo lee en esta crónica
ocasiones del Granada porque,
al fin y al cabo, era el único equipo que quería ganar el partido; bueno, mejor dicho, era el único equipo que saltó al campo, los 11 jugadores rivales no pueden llamarse equipo. Dicho esto, El-Arabi dispara desviado. Después de 36 jornadas viendo la Liga, he llegado a la conclusión de que ver jugar al Córdoba quita años de vida. Cuando termine de escribir esto, me iré a beber sangre de unicornio a ver si recupero algo de tiempo. Remate de Mainz de cabeza, esta vez para Juan Carlos. Estadio lleno e himno a capela, así se empieza mejor un partido donde te juegas la vida, y el Granada se jugaba hoy más que eso. Javi Márquez la engancha, pero vuelve a parar Juan Carlos.
al fin y al cabo, era el único equipo que quería ganar el partido; bueno, mejor dicho, era el único equipo que saltó al campo, los 11 jugadores rivales no pueden llamarse equipo. Dicho esto, El-Arabi dispara desviado. Después de 36 jornadas viendo la Liga, he llegado a la conclusión de que ver jugar al Córdoba quita años de vida. Cuando termine de escribir esto, me iré a beber sangre de unicornio a ver si recupero algo de tiempo. Remate de Mainz de cabeza, esta vez para Juan Carlos. Estadio lleno e himno a capela, así se empieza mejor un partido donde te juegas la vida, y el Granada se jugaba hoy más que eso. Javi Márquez la engancha, pero vuelve a parar Juan Carlos.
Enfrente estaba el Córdoba, equipo descendido con más ganas
de dormir la siesta y merendar piononos que de intentar defender los colores
que llevan arrastrando todo el año. Ahora es Babin el que remata, pero Juan
Carlos repele y el balón se va al palo. Volvían Abel Gómez e Íñigo López. Este
último fue un auténtico amigo, de los de verdad, de los que te echan una mano
sin preguntar; por ejemplo, ese que se autoexpulsa en una jugada absurda. Ovación
y al túnel de vestuarios donde, por cierto, hay una imagen suya de su época
nazarí. Rubén Pérez dispara desde la frontal y el balón se va lamiendo el palo.
Lo dicho, la cosa pintaba bien.
La primera parte casi se había esfumado entre intento e
intento del Granada. La suerte no terminaba de sonreír a los locales y la
tostada siempre caía por el lado de la mantequilla; Juan Carlos era el
encargado de darle la vuelta justo cuando iba a aterrizar en el suelo. Sin embargo,
aprovechándose de la pasividad defensiva blanquiverde (una vez más, un partido
más), Mainz se elevaba por encima de todos y mandaba el balón al fondo de la
red tras un saque de falta (una vez más, un partido más). En esta ocasión, Juan
Carlos no pudo hacer nada y se quedó a media salida. Final de la primera parte
y a vestuarios. Granada y el Granada respiraban aliviados.
Rochina cruza en exceso y el disparo se va fuera. Comenzaba
la segunda parte tal y como acababa la primera: el Granada con ganas de
salvación y el Córdoba con ganas de que terminase todo. Chuta Piti, para Juan
Carlos. Romero, como gran entrenador y gestor mental, decide cambiar al capitán
Abel (cuatro ascensos y tres descensos en su haber) para que su antigua afición
le ovacionase por el partido realizado. Piti vuelve a intentarlo, pero el balón
golpea en la barrera. El Córdoba tiene entonces un contragolpe clarísimo de
cuatro contra dos, pero lo tira directamente a la basura; es normal, se habían
equivocado, querían marcar un gol. O a lo mejor no se habían equivocado, a lo
mejor lo que intentaban era que Tebas no revisase este partido por presuntos
amaños. Señor Tebas, no desperdicie su tiempo, esto es lo que los cordobesistas
han visto durante toda la temporada. Nada alarmante.
Encarando ya la recta final del partido, Pantic derriba a
Rochina dentro del área y el árbitro pita penalti. El-Arabi no falla y el
Córdoba sigue rellenando el formulario para equipo-amigo: autoexpulsión,
ninguna jugada de peligro, pasividad en defensa, penalti innecesario… ¿algo
más? Sí, otra expulsión, esta vez de
Fede, que decidió borrarse y no dar la cara en El Arcángel la semana que viene.
Buena jugada individual de Rochina que se va al lateral de la red. Pues nada,
todo estaba visto para sentencia: el Granada coge aire y moral para su visita a
San Sebastián y el Córdoba sigue paseándose en sus últimos partidos en Primera.
Piti dispara una vez más y para Juan Carlos, pero eso ya da igual, ya estaba
todo hecho.
FICHA TÉCNICA
Granada: Roberto; Nyom, Babi, Mainz, J. Carlos (Foulquier,
81’); Rubén Pérez (Iturra, 62’), Javi Márquez; Lass, Piti, Rochina; y El-Arabi
(Córdoba, 70’).
Córdoba: Juan Carlos; Gunino, Deivid, Íñigo López, Edimar;
Krhin; Borja García (Pantic, 46’), Luso, Abel Gómez (Fede Cartabia, 55’), Fidel
(Fede Vico, 60’); y Florín.
Goles: 1-0 (44’) Mainz. 2-0 (68’) El-Arabi.
Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes. Amonestó a El-Arabi y a
Rubén Pérez por parte de los locales y amonestó a Krhin por parte de los visitantes;
además, expulsó a Íñigo López y a Fede Cartabia por doble amarilla.
Incidencias: Los Cármenes. 22.000 espectadores.
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