Hoy es 30 de Junio de 2014. Fecha en la que acaba oficialmente una temporada aciaga para el Getafe Club de Fútbol que se las prometía muy felices
justo hace un año cuando el club y los aficionados se preparaban para celebrar
los diez años en la máxima categoría del fútbol nacional. Pero para los que
seguimos la actualidad azulona y tomamos el pulso al sentimiento de una
afición, el desastre se veía venir.
Primero, la plantilla estaba totalmente
descompensada y demostró los errores de planificación desde la Dirección
Deportiva. Faltaba un mediocentro creador que llevara el peso del equipo y un
goleador nato en el ataque. Las bajas de Abdel Barrada sin un recambio de garantías
y la de Miku a principios de temporada y fuera del mercado de ficajes, más las llegadas de Ciprian y Sammir sin
preparación previa y que no pudieron rendir al nivel esperado hasta las
jornadas finales son el fiel reflejo de esos errores.
Segundo, la nula capacidad del Cuerpo Técnico de Luis García Plaza paras sacar adelante una temporada, sin confianza dentro de la plantilla y de la grada, llegando a enlazar hasta catorce partidos sin ganar y logrando el peor resultado del club en sus diez años en Primera División un sonrojante 7-0 en el Calderón. Pero “Luisgar” dio síntomas ya de la debacle en la temporada anterior y muchos aficionados se dieron cuenta de ello, salvo al parecer Angel Torres que aguantó a Luis García hasta el límite de caer al pozo de la segunda división, donde el juego aburrido y rácano que disponía sobre el césped cada jornada hacía abandonar a decenas y a cientos de aficionados las gradas del Coliseum. Nadie puso remedio y la 2013/2014 fue un espejo de la anterior y desde el banquillo no salían soluciones que cambiaran la dinámica de un equipo en caída libre. El 4231 era innegociable, con los mediocentros defensivos anclados en defensa y sin presencia en campo contrario el equipo se partía en dos y el equilibrio que tanto buscaban desde Cuerpo Técnico brillaba por su ausencia, ya no estaba Barrada que enlazaba el ataque con la defensa la temporada anterior y el equipo y la plantilla se hundió.
Tercero, desde la presidencia del Club la
planificación deportiva y económica fue nefasta. Se ha perdido la esencia que
ha hecho al Getafe mantenerse diez años en primera, los valores de aquella
temporada 2003/2004 en la que desde la humildad y el trabajo se consiguió un ascenso
totalmente inesperado, la conexión con la grada y por perder se ha perdido
hasta la afición, entre la crisis económica, la nula política social de Ángel
Torres, los horarios de las televisiones y el juego aburrido de Luis García
hicieron que muchos encuentros se vieran en familia en el Coliseum con apenas
5000 espectadores.
Y cuarto,
también la plantilla se ha acomodado a contratos largos y millonarios en un
club sin exigencia, donde plantillas con menos presupuesto en el pasado
consiguieron llegar a Europa y a dos finales de Copa del Rey con ilusión y
humildad. Jugadores que no han llegado a dar ni el 40% del rendimiento que se
esperaba de ellos y en el que se echaba de menos a gente con mando en plaza como
Belenguer, Vivar Dorado, Casquero o Celestini que vertebraban el vestuario y
llegado el caso ponían los puntos sobre las íes para que el conjunto
funcionara.
Pero a partir de ahora tenemos a Cosmin Contra,
que salvó al club del abismo de la Segunda División en el último suspiro, como
un rayo de esperanza para el aficionado azulón, que conoce la casa y el
ambiente que se crea alrededor del equipo para que se asemeje al mismo que se
tenía aquel primer año, con el Coliseum lleno y apoyando a su equipo como
aquellos días pasados. Desde la afición azulona se espera un cambio general en
todos los estamentos del club, donde se espera una mejor planificación de
plantilla, una limpia general de jugadores que no han cumplido y una nueva
política social. De momento, no disgusta mucho la nueva campaña de abonados. Un
primer paso que ilusiona y mucho al aficionado del Sur de Madrid, porque....
JUNTOS SUMAMOS.
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